Catastrofe y Placebo

Cuando la fantasía se convierte en la única alternativa a la realidad

Seguidores

Playlist


Datos personales

sábado, 28 de agosto de 2010

El Castillo de la anarquía (parte 2).

Luego de revisar el laboratorio y no encontrar nada de lo que buscaban, golpearon a algunos de los mal llamados anarcos y se retiraron.

Los anarcos lentamente recuperaban la visión y salían del estado de shock. Para poder entrar en este estado utilizaban químicos para generar una reacción alérgica.

Al instante corrieron hacia una cabeza gris de material áspero en el centro del feudo. Empujaron los labios hacia arriba y los ojos del objeto se movieron hacia abajo abriendo la puerta de acceso. Inmediatamente se arrojaron por un tunel.

Una vez debajo, a unos cien metros, tomaron trenes eléctricos que los llevarían al lugar de reunión con anarcos de otros países.

En la aglomeración el líder del proyecto mencionó la compra de artefactos nucleares.

Cansados de los abusos en los distintos lugares del mundo, y de lo que venía ocurriendo hace siglos, planearon la destrucción de la raza rancia de la naturaleza: los “normales”.

También se planteó una realidad: la tasa de suicidios entre anarcos era demasiado alta, lo que podría determinar su extinción ante el asesinato de la masa normal.

Al plantear esta última duda, dieron pie al inicio de investigaciones genéticas para detectar una manera eficaz de generar gente alterada usando a un padre o madre normal y uno alterado, para poder asegurar su futuro.

En el centro del predio había una especie de reloj de arena, pero contenía un fluído celeste en su interior. Sobre el reloj un asiento gigantesco de oro, rodeado de plantas y una pequeña quebrantadilla a su derecha. A cada lado un gato siamés y detrás una especie de león, pero genéticamente modificado por sus características físicas.

Cada anarco se encontraba dentro de un ataúd, todos estaban ubicados como si fuese un estadio.

La sesión había terminado, los anarcos arrojaron el gas de color verde detrás de la cabeza y tomaron de nuevo el tren a casa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario