Catastrofe y Placebo

Cuando la fantasía se convierte en la única alternativa a la realidad

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martes, 24 de agosto de 2010

El castillo de la anarquía.

Antes que nada: no me gusta, no me salió bien, pero voy a remarla en la siguiente entrega (?).

El castillo de la anarquía.

En una colina había un castillo gótico, con el símbolo de la anarquía en la cima. El castillo era de un renombrado artista de la época que había decidido emprender un proyecto para simular la anarquía dentro de un espacio limitado.

El proyecto era transmitido en directo a más de quince países.

Los requisitos para ingresar eran, básicamente, un cerebro alterado de manera natural.

El espacio cubría alrededor de diez manzanas en las afueras de la capital del país:

Plantaciones, fuentes y riveras por doquier.

Las fuentes tenían en el centro estatuas copiadas de expresiones de niños muertos durante la última guerra que arrojaban agua teñida de escarlata por la boca y de las orejas agua purificada.

Los pastos verdes estaban repletos de humanos tirados en el suelo; pintados de blanco, con líneas azules, y otros, con líneas rojas.

Se consideraban una especia aparte, el ser humano no los representaba.

Por poseer alteraciones, sus ideas y la manera en que veían las cosas no se parecían en nada a las del resto de los seres vivos.

La noche caía y el sol generaba un degradé salpicado en el horizonte.

Como estaban en la canícula, algunos se quedaban a dormir en las afueras, otros en grupos se entretenían mirándose fijo y cuando no resistían más, gritaban arrojando polvos fluorescentes detrás de la cabeza con un sistema propio que habían desarrollado en los laboratorios.

El proyecto era criticado, no calificaba como anárquico, parecían tener dogmas, pero en realidad eran decisiones naturales. Eran libres bajo sus propios límites.

Era miércoles y desde el gobierno se preparaba una entrada en busca de sustancias y plantaciones ilegales. Obtuvieron la orden de allanamiento y durante la noche – idiotas – accedieron al lugar.

Los extraños seres corrieron hacia los campos y se arrojaron al suelo haciendo angelitos sobre el pasto, al tiempo que generaban un zumbido con los labios fastidiando la labor de los intrusos.

Las cámaras capturaron todo y el mundo criticaba la medida.


Continuará...

2 comentarios:

  1. Interesante...muy bien descrito, tengo ganas de ver cómo continúa...me llama la atención el punto de los humanos tirados por el suelo.

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  2. Bueno, voy a seguir entonces :)
    Gracias por comentar.

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